La inactividad física es uno de los principales factores en el declive de la salud y autonomía. Ante ésto, la práctica de actividad física es esencial para obtener una buena calidad de vida, hecho constatado por diversos estudios. Dichos estudios demuestra que la adherencia al ejercicio físico conlleva tener menor riesgo de padecer ciertas enfermedades crónicas y mejora la calidad de vida de aquellas personas ya diagnosticadas con alguna de ellas. Es un hecho demostrado igualmente que las personas sedentarias que empiezan a practicar ejercicio físico dicen sentirse mejor. La receta de ejercicio físico es por tanto, el comienzo a una vida más sana.